COMENZAMOS EL ESTUDIO
1. Ordena tu habitación o zona de estudio. Si ordenas tu
entorno, se ordenarán también tus ideas internas y tus esquemas cognitivos.
2. Despeja la zona de estudio de objetos susceptibles a la
distracción, el teléfono móvil principalmente.
3. Prepara todo el material necesario durante el estudio
para que no existan posibles distracciones al tener que ir en busca de algo que
hayas olvidado.
4. Muestra buena actitud. Tu postura, tus gestos, tu forma
de estudiar… todo influye para rendir más o menos. Si, por ejemplo, tienes una
postura de desgana te costará más, si te sientas correctamente, con energía y
dispuesto a aprender, tu rendimiento será más eficaz y lograrás más en menos
tiempo.
5. Toma el mismo hábito todos los días. Acostumbra a
establecer siempre un mismo horario y lugar de estudio. Si tu organismo se
acostumbra a una rutina, la percibirá cómo necesaria.
6. Planifícate diariamente de modo que repartas un tiempo
conveniente para el estudio y otro para tu ocio y descanso.
7. Procura organizarte para llevar el estudio al día. No te
des atracones de última hora, solo servirán para saturarte y agobiarte, te
harán sentir mal, perderás confianza en ti, la energía se debilitará antes de
lo previsto y es probable que ocasione espacios en blanco en tu mente que te
pueden llegar a traicionar en el momento del examen.
8. Controla el tiempo de estudio para aprovecharlo al
máximo. Puedes ayudarte de un cronómetro, reloj de arena, etc. siempre y cuando
no te suponga una nueva distracción.
9. Motivación ante todo. Busca algo que te motive al
estudio, ya sea una satisfacción o premio al finalizarla o la propia
autorrealización al conseguir lo que te propones
10. Papel y boligrafo siempre en mano. Si tus manos están
ocupadas y además están activas escribiendo, evitarás distraerte mirando al
techo o pensando en las musarañas. Además la información te llegará doblemente
y obligarás a tu cerebro a procesarla para poder escribirla. Ya tienes parte
del estudio ganado.
11. Primera lectura y acercamiento al tema a estudiar. Antes
de comenzar a estudiar como tal, familiarízate con la materia. Basta con
releerlo para que la mente se vaya poniendo en funcionamiento y lo vaya
asociando a otras ideas.
12. Si estás solo y no molestas a nadie, convendría hacer
una lectura en alto de los puntos clave para escuchar la información además de
leerla: doble entrada de información por vista y oído, y ordenamiento de ideas.
13. Plantéate pequeños objetivos a corto plazo. No pretendas
conseguir todo a la vez. Es mejor ir dando pequeños pasos pero firmes e irte
sintiendo realizado progresivamente, que querer conseguir demasiado al mismo
tiempo y no lograrlo.
Trucos Durante El
Estudio
14. Repite, repite y repite. Puedes conseguir que lo
estudiado se quede rápidamente en tu memoria a corto plazo pero si quieres
mantenerlo por más tiempo deberás repetir, releer y reescribir. Aprendemos
principalmente por repetición.
15. Haz tus propios apuntes. Detecta las ideas principales,
subraya, haz anotaciones y elabora esquemas. A partir de ahí relaciona ideas,
haz trabajar a tu mente y reescribe lo aprendido por ti mismo a modo de
resumen. Al procesar la información se está produciendo aprendizaje. No creas
que es una pérdida de tiempo, al contrario, tendrás mucho avanzado.
16. Si tienes dudas sobre algo en concreto anótalo y más
tarde busca información, ya sea con ayuda del diccionario o la enciclopedia,
con un compañero o con el profesor.
17. Utiliza estrategias mnemotécnicas para memorizar nombres
difíciles o información más compleja. Asocia lo nuevo a algo que ya conozcas o
que te resulte fácil de recordar, nuestra capacidad cognitiva adquiere nuevos
aprendizajes mediante la asociación de ideas nuevas con otras ya conocidas
modificando y enriqueciendo así nuestra estructura mental.
Ejemplo: para aprender el nombre de varios ríos de España
como pueden ser: Tajo, Duero, Tormes, Ebro, Guadalquivir, Turia, Jucar, Segura…
Puedes inventar siglas, palabras o frases que te resulten graciosas y fáciles
de recordar para agrupar los ocho nombres: tadueto, eguatujuse. O tdt, egs sj.
18. Si te quedas atascado, pasa a otra cosa. No pierdas el
tiempo pensando en que tienes que aprender ese trozo, olvídalo. Ya volverás a
ello en otro momento que estés más receptivo para comprender y retener ese
punto.
19. Haz descansos. Por ejemplo, cada hora de estudio realiza un descanso de diez minutos. La mente se cansa y necesita renovarse. A los cincuenta minutos de estudio continuado aproximadamente, la capacidad de atención y retención suele perderse o verse muy desmejorada.
ESTILOS DE APRENDIZAJE
Aprender se relaciona con la manera que pensamos y esto se vincula con un método o conjunto de estrategias que son propios de cada uno. Aunque estas estrategias concretas varían según lo que queremos aprender, tendemos a desarrollar preferencias globales, esas tendencias a utilizar unas estrategias u otras constituyen nuestro estilo de aprendizaje.
Se puede afirmar que no todos aprendemos de la misma manera, ni a la misma velocidad, aunque contemos con el mismo tiempo, recibamos la misma instrucción e incluso hagamos los mismos ejercicios y prácticas. La motivación, edad y bagaje cultural son factores que influyen en el aprendizaje, pero muchas veces se ha podido observar a estudiantes que aun cuando cuentan con factores similares, aprenden de manera distinta.
Experiencia concreta: aprender a través de sentimientos y el uso de los sentidos. Involucrarse enteramente y sin prejuicios a las situaciones que se le presenten.
Observación y reflexión: aprender observando. Reflexionar acerca de esas experiencias y percibirlas desde varias aproximaciones.
Conceptualización abstracta: aprender pensando. El aprendizaje, en esta etapa, comprende el uso de la lógica y de las ideas. Generar conceptos e integrar sus observaciones en teorías lógicamente sólidas.
Experimentación activa: aprender haciendo. El aprendizaje, en esta etapa, toma una forma activa. Ser capaz de utilizar eses teorías para tomar decisiones y solucionar problemas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario